
El Condado de Orange, situado justo al norte de la frontera entre Nueva Jersey y Nueva York, es el único condado de Nueva York que limita con los ríos Hudson y Delaware. Este condado, que recibe su nombre del Príncipe de Orange, está repleto de maravillas naturales fiel reflejo de sus raíces rurales.
El extremo occidental del Condado de Orange limita con la cresta de las montañas Shawangunk, mientras que su parte sur desemboca en las Tierras Altas del Hudson. Entre ambas zonas encontramos una vasta extensión de tierras de cultivo fértiles conocidas como la Región Black Dirt.
El Condado de Orange es considerado una de las zonas de más rápido crecimiento en el área metropolitana de la ciudad de Nueva York. Un cómodo servicio de transporte ferroviario a la ciudad de Nueva York lo convierte en el hogar ideal para los viajeros diarios. El condado atesora algunos de los lugares más destacados de Nueva York, como la Academia de West Point, el Centro de Arte Storm King y algunos tramos del Sendero de los Apalaches.
El turismo en el condado goza de muy buena salud, con un sinfín de opciones para disfrutar del vibrante paisaje natural de la zona. Descienda en balsa por el río Delaware o saboree una tarde tranquila en uno de los numerosos restaurantes de la ribera. Dé una vuelta por el paseo marítimo de Newburgh, uno de los favoritos durante los cálidos meses de verano. El Condado de Orange, en pleno valle del río Hudson, es la primera región productora vinícola del país y cuenta con numerosas bodegas galardonadas que están encantadas de recibir la visita de turistas.
El Condado de Orange es una gran opción para aquellos que buscan vivir en el campo pero necesitan desplazarse diariamente a la ciudad.